sábado, 2 de mayo de 2009

Nombre de la Escuela: Escuela Normal de Torreón
Nombre de la Escuela Primaria: Lázaro Cárdenas T.M.
Nombre del Tutor: Lourdes Piña Valadez
Nombre de la Practicante: Paulina Esqueda Triana
Grado: 1º Sección “A” Fecha de Práctica. Lunes 18 de mayo de 2009

Propósito General. Que los alumnos compartan sus experiencias acerca de la bicicleta, los trabajos que la utilizan en el campo y en la ciudad y las comparta con sus compañeros, lo relacione con problemas en series numéricas de 10 en 10,


Contenidos:
Español Lección 28 “La bicicleta” Desarrolle la capacidad de expresión, participando en distintas situaciones comunicativas (dramatización, teatro, entrevistas, conferencias) Manifestar opiniones, conversación: alternancia de turnos. Juegos de dramatización.
Matemáticas. “Una noche en el bosque”. Construya series. Resolución de problemas que impliquen contar agrupamientos. Orden ascendente de la serie numérica de 10 en 10.
Conocimiento del Medio. Lección 6 “El campo y la ciudad”. Reconozca semejanzas y diferencias entre el campo y la ciudad. El trabajo en el medio rural y urbano.

Estrategia Didáctica. Lluvia de ideas, dramatización, lectura.

Secuencia Didáctica:
Que el alumno (a)
· Realice la unión de números para descubrir el dibujo de una bicicleta, ordenando la serie numérica ascendente de 10 en 10.
· Converse sobre cual fue el dibujo que encontraron, utilidad de la bicicleta, y si sabe andar en ella.
· Localice en su libro de texto (Español lecturas) la lección “La bicicleta”.
· Lea y destaque los personajes que utilizan las bicicletas como instrumento de trabajo.
· Realice la clasificación de diverso oficios o trabajos del campo y la ciudad con los dibujos que la maestra colocará n el pizarrón.
· Diga cuales de ellos utilizan la bicicleta en su trabajo
· Haga la clasificación en su cuaderno, realice sus comentarios y conclusiones.

Evaluación.
Conceptual. La bicicleta, trabajos del campo y la ciudad, serie numérica.
Procedimental. Identificación y clasificación de trabajos, realización de serie numérica.
Actitudinal. Respeto y cooperación.

Recursos Didácticos.
Libro de texto, dibujos de trabajos, ejercicio con dibujo de bicicleta.

Recursos Bibliográficos. Libros para el maestro, libros del alumno, avance programático.


Tareas Domiciliarias. Preguntar con sus familiares como era su comunidad antes





Observaciones.






















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Tutor: Profra. Lourdes Piña Valadez Maestra de Observación. Soraya Borroel Salazar






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Maestra Practicante
Paulina Esqueda Triana

domingo, 15 de marzo de 2009

LA ELECCIÓN DE LOS MEDIOS DE ENSEÑANZA


El valor de todos los procedimientos didácticos depende, en gran medida, de la elección de los medios adecuados que directamente pueden considerarse como las herramientas de enseñanza. Sin ellos, las clases son inanimadas a abstractas, un mero edificio verbal. Medios didácticos son todos los objetos que el maestro o los alumnos utilizan para su trabajo, sea que se elijan entre los exigentes, que se confeccionen a propósito, que se traigan de afuera o se busquen en su lugar.
Pueden servir como medios de enseñanza: minerales, plantas, animales, productos industriales, cuadros, libros, mapas, bosquejos, modelos, relieves, tablas, diagramas, películas, radio, cintas, discos, aparatos de proyección, de televisión, instalaciones audiovisuales y de laboratorios de idiomas etc.
Los medios didácticos se dividen en medios de enseñanza (medios de exposición) y medios de estudio (medios de trabajo), según que estén destinados para el maestro o para el alumno. Los medios de estudio se subdividen en medios de autoenseñanza y medios de ejercitación, según que sirvan a la elaboración autodidáctica de un nuevo tema o a la ejercitación en lo que ya se sabe. Si un objeto ha de considerarse como medio de enseñanza o de estudio, de autoenseñanza o de ejercitación depende enteramente de cómo se emplee, pues hasta cierto punto cualquier objeto puede utilizarse ya sea como medio de enseñanza o de estudio. Como los medios didácticos no son un adorno, sino medios de comunicación legítimos y a menudo imprescindibles ente la cosa y el alumno, el resultado de cada clase depende en gran parte de su elección adecuada. Al elegir los medios didácticos es preciso tener en cuenta:
A. El tema
B. El método
C. El nivel evolutivo psicológico de los alumnos.

a. Los medios didácticos tienen que corresponder al tema. Difícilmente habrá una clase en que se pudiera prescindir de todo medio didáctico sin menoscabas sensiblemente el resultado. Ya por la sola necesidad de una perfecta visualización como de la formalización del resultado, se impone una esmerada elección de los muchos medios que se ofrecen. La misión realmente urgente de educarlos para el manejo adecuado de esos medios u una actitud crítica frente a ellos, si se quiere evitar que sean arrastrados por la resaca de cualquier estímulo que se les ofrezca
b. Los medios deben estar adecuados. Algunos medios, por ejemplo, fotos recortadas de revistas, se presentan muy bien para el modo diferencial o individual pero, por su tamaño, tienen que fallar si se los utiliza para la enseñanza frontal. Otros son adecuados para el modo de presentar por ejemplo ciertos diagramas, pero no pueden emplearse para la autoenseñanza porque requieren detalladas explicaciones del maestro. El empleo de medios de autoenseñanza requiere, por lo general, instrucciones dadas verbalmente o por escrito. Sobra decir que el valor de tales medios depende en gran manera de la precisión de esas instrucciones.
c. Los medios didácticos tienen que adecuarse al nivel psíquico de los alumnos. A veces la situación educacional de una clase excluye, por ejemplo, un determinado ejercicio o juego que por su contenido sería apropiado, pero que por el modo de actuar podría desencadenar fuerzas peligrosas. Se sobreentiende que, de tener presentes los mencionados puntos de vista para la elección, un ligero diferencias e individualizar, así como un empleo unilateral de las formas de guiar, se prohíben de por si, pues a veces esos modos requieren medios didácticos en una cantidad que no posee ni la escuela mas rica y que tampoco puede confeccionar ni el maestro mas diligente. Tampoco debe desconocerse la importancia de la intuición interior, parte de la visión exterior, para el proceso formativo; el exagerado empleo de ilustraciones o películas puede hacer atrofiar la actividad de la imaginación. Por cierto, hay que evitar también la demasía. En caso contrario puede suceder que las exterioridades distraigan la atención de los alumnos del objeto mismo y del esfuerzo de pensar. En este contexto cabe señalar además que la utilización de medios didácticos no ha de llegar a tal punto que la enseñanza se vuelva impersonal u el maestro considere como sus funciones principales las de distribuir medios de enseñanza y de dar indicaciones de trabajo, como si fuera celador y lector de los trabajos que se le entreguen. Esto significaría desconocer en gran manera la importancia educativa de la influencia directa del maestro sobre la clase.
Es importante emplear los medios elegidos en el momento apropiado. Seria insensato y desconcertante presentar solo al final de la clase un medio de representación que aclara y d lugar a nuevas preguntas, o hacer juegos de repetición antes que el asunto mismo esté lo suficientemente claro. Igualmente ha de evitarse el empleo retrasado de los medios didácticos, preparándolos y reuniéndolos a tiempo. Respecto a la oportuna preparación y puesta a disposición de los medios de enseñanza diremos lo necesario.
Se entiende que el empleo adecuado de los medios didácticos presupone que el maestro se haya informado previamente acerca de ellos. Los medios didácticos constituyen un fundamento esencial para un estudio placentero y fecundo, a menudo ya por el solo hecho de impedir que la enseñanza desemboque en un mero palabrerío.
Por supuesto que sólo si dichos medios didácticos posibiliten o fomenten un enfrentamiento intenso con el objeto son más que un mero adorno

LA EVALUACIÓN EN EDUCACIÓN PRIMARIA


"La evaluación es una exigencia que está en la entraña de todo

esfuerzo sistematizado para conseguir algo।"
· La Naturaleza del proceso evaluador.
La evaluación es una parte del proceso de enseñanza/aprendizaje, no es un apéndice, un complemento o un adorno, la evaluación no es, fundamentalmente, un problema de medición sino de comprensión.
La evaluación es un instrumento que sirve al profesor para ajustar su actuación en el proceso de enseñanza y aprendizaje, orientándolo, reforzando los contenidos insuficientemente adquiridos por los alumnos y realizando la adaptación curricular necesaria, así también es un instrumento para el centro escolar en la toma de decisiones para su organización, especialmente en cuanto al funcionamiento interno y a la promoción de alumnos, por último es un instrumento que sirve a la administración educativa para verificar la coherencia del sistema escolar y para responder a las necesidades manifestadas en la evaluación del sistema educativo adaptándolo a medida que van surgiendo. Este es un fenómeno de extraordinaria complejidad en el cual se acumulan funciones diferenciadas y a la vez entremezcladas que, en la Educación Primaria adquieren una especial relevancia. Estas funciones, que se mantienen en todos los niveles y etapas del sistema educativo, no pueden ser ignoradas en su conjunto a pesar de que alguna de ellas adquiera mayor importancia en algún nivel o situación.

- Evaluación como diagnóstico. La evaluación permite sabes cuál es el estado cognoscitivo y actitudinal de los niños. Este diagnóstico permitirá ajustar la acción a las características de los alumnos a su peculiar situación. El diagnóstico es una radiografía que facilitará el aprendizaje significativo y relevante, ya que parte del conocimiento de la situación previa y de las actitudes y expectativas de los alumnos.
- Evaluación como selección. La evaluación permite al sistema educativo seleccionar a los estudiantes mediante la gama de calificaciones, la escuela va clasificando a los alumnos. Unos son eliminados porque no llegan a unos mínimos. Otros van situándose en puestos de diferente categoría según la calificación.
- Evaluación como jerarquización. No es causal que el único evaluado en el sistema educativo sea el que ocupa el último lugar en le escala jerárquica: el alumno. De ahí la necesidad de reflexionar para que ese proceso no sea utilizado como un recurso opresor sino de ayuda.
- La evaluación como comprobación. Las pretensiones educativas sobre el aprendizaje se concretan en actividades instructivas. El resultado de las mismas puede ser comprobado a través de la evaluación. Es un mecanismo elemental y aparentemente simple. El riesgo se corre cuando se simplifica excesivamente el proceso: esto es lo que hay que aprender y esto es lo que se ha aprendido.
- La evaluación como comparación. La evaluación, cuando se realiza en un aula, encierra una faceta comparativa. Todos los alumnos son evaluados de forma parecida y a todos se les exigen unos conocimientos mínimos. Es mas, se pretende aplicar unos mismos criterios para realizar una evaluación justa. Esta dimensión ha de ser compensada con la valoración del esfuerzo y del resultado respecto a la capacidad de cada uno de los alumnos. Un proceso de evaluación sensible a la diversidad tiene en cuenta las peculiaridades de cada uno.
- La evaluación como comunicación. El profesor se relaciona con el alumno a través del método, de la experiencia y de la evaluación. Esta comunicación tiene repercusiones psicológicas para el alumno y para el profesor. El alumno ve potenciado o mermado su autoconcepto por los resultados de la evaluación. El alumno se ve comparado con los resultados de otros compañeros. Los aspectos emocionales que configuran las relaciones están condicionados por la función evaluadora. No solo por la reacción ante los resultados sino por las repercusiones psicológicas de todo el proceso.
- La evaluación como diálogo. En la evaluación tiene lugar un diálogo entre evaluadores y evaluados. Un diálogo que puede ser enriquecedor (si se realiza en libertad, con actitud de apertura y con voluntad de ayuda) o bien convertirse en un monólogo despótico y avasallador. También hace posible un diálogo entre evaluados y entre diferentes evaluadores.
- La evaluación como orientación. La evaluación proporciona una información que puede ser el punto de partida para la toma de decisiones y reorientación del aprendizaje. A través de la evaluación se puede corregir los errores, modificar las actividades, acelerar el ritmo.
- La evaluación como motivación. La evaluación puede ser un proceso provocador del interés y del estímulo, tanto para el profesor que puede comprobar los efectos de su actividad como para los alumnos que ven reconocidos y recompensados sus esfuerzos.
- La evaluación como formación. La evaluación puede estar también al servicio de la comprensión y, por consiguiente, de la formación. La evaluación permite conocer como se ha realizado el aprendizaje. La evaluación desempeña diversas funciones, es decir, sirve a múltiples objetivos, no sólo para el sujeto evaluado, sino de cara al profesor, a la institución escolar, a la familia y al sistema social.
LA IMPORTANCIA DE LA EVALUACIÓN
No basta con que el profesor enseñe para que los niños aprendan. En consecuencia, lo que los niños aprenden no coincide siempre con lo que el profesor quiere enseñar. Aprenden mucho o poco de lo que pretende el profesor, acaso nada o, quizás, otra cosa. El niño aprende solamente aquello que es capaz de asimilar en un determinado momento. Lo que el niño aprende está en función de lo que ya sabe, d su experiencia, de las expectativas y motivos, de los deseos y de las condiciones en que se enmarca su actividad en que se enmarca su actividad. El aprendizaje no se produce de una forma mecánica. Esto es lo que es preciso enseñar, esto es lo que realmente enseña el profesor y, si el proceso es correcto, esto es lo que el alumno habrá aprendido.
La evaluación, como un proceso de permanente y rigurosa reflexión sobre la práctica educativa, es un vaivén entre el niño y el maestro contextualizado en un sistema, un entorno y unas condiciones concretas de trabajo. Los vértices temporales del triángulo que simboliza el proceso de evaluación estarían marcados por.
I. La evaluación inicial
II. La evaluación procesual
III. La evaluación final.
Al final el profesor deberá recoger de la práctica aquellos indicadores que le permitan establecer juicios. Indicadores que serán conductas, actitudes, hábitos y destrezas. No solo para evaluar al alumno sino para interrogarse sobre el sentido, la eficacia y la eficiencia de todo el sistema en el que se encuentra actuando al servicio de los escolares

domingo, 8 de marzo de 2009

COMO PREPARAR LAS CLASES (PRÁCTICA Y TEORÍA DEL PLANEAMIENTO Y EVALUACIÓN DE LA ENSEÑANZA) HEINZ BACH


“La clase es el producto mas creativo que realiza el profesor”
v La formación del programa semanal y cotidiano
Después de una intensa y adecuada profundización en los temas cabe ajustarlo a la semana o al periodo, de acuerdo con el numero y la distribución de días y horas. Quien omita ese paso para emprende la estructuración de la clase tan solo en función de la elaboración del material, frecuentemente quedará decepcionado de los resultados.
El programa cotidiano y semanal se confeccionará con arreglo a las siguientes tareas.
· La elección de los temas de la semana. “quien mucho abarca poco aprieta”. Esto esta de acuerdo con la vieja sabiduría pedagógica de que es preferible detenerse en un tema en vez de tratar de abarcar muchas cosas, aunque todas fueren importantes en el mismo tiempo, con el fin de satisfacer una insensata necesidad de perfección. En vista del tiempo disponible y de los requisitos metodológicos y educativos, debe seleccionarse una parte limitada de entre los temas posibles y fijarse una meta clara para la semana o el periodo en cuestión, se trata de determinar pintos importantes semanales para los distintos ámbitos formativos que permitan al niño una elaboración posterior independiente y lo inciten a ella y de dejar al margen muchas cosas o simplemente eliminarlas.

· La división de los temas semanales por horas. Como el maestro tiene que atenerse al horario fijado para las distintas lecciones, debe distribuir correspondientemente sus temas semanales. Hay muchos temas que no pueden elaborarse en una sola clase, se dividirán en lo posible, de tal suerte que no se separe lo que intrínsecamente forma un todo y que resulten secciones lógicas y psicológicamente sostenibles y estructuradas en sí. Seria un error, por ejemplo, prever para una clase de aritmética dos problemas, si el segundo no puede aclararse suficientemente o, peor aun, si sólo se puede empezar con él en detrimento de la consolidación del primero, o de trozar la exposición de un tema regional de tal manera que cada clase haya que retomar el contexto anterior sin que se halle en relación estrecha con el que le ha de seguir. Además es necesario tener en cuenta, al hacer la división, los problemas que se plantean con respecto a los temas semanales, o sea observar en todo lo posible el principio de aislar las dificultades. Al dividir los temas semanales en horas no han de pasarse por alto sobre todo la posibilidad y necesidad de redondear las distintas clases convirtiéndolas en unidades complejas. Resumiendo cabe señalar que los temas semanales elegidos para los distintos ámbitos de formación han de dividirse en porciones horarias redondeadas, lógica y psicológicamente sostenibles. Al mismo tiempo debe pensarse en una distribución razonable de los problemas que surjan y en las necesidades temporales del método. Por lo general la elección y subdivisión de los temas se realizan en la fase preparatoria de la elaboración, o sea antes de iniciarse la semana o el periodo lectivos.
· La composición de las unidades semanales y diarias. Una vez divididos en porciones horarias los temas semanales de los distintos ámbitos formativos, se trata de proyectar esas porciones sobre las unidades de tiempo disponibles, sobre las clases según su ubicación concreta dentro de las unidades diarias y semanales.
La enseñanza ha de dar frutos, los distintos temas horarios deben discutirse conforme a un orden significativo. No deben estas yuxtapuestas sin coherencia, como sucede en la enseñanza mecánicamente dividida en materias, sino que han de entretejerse para formar autenticas unidades diarias y semanales. La composición de las unidades semanales y diarias se hará:
a) Con arreglo a la lógica inherente a los distintos asuntos o temas.
b) Conforme al ritmo semanal y diario del niño.

a) El orden lógico de las asignaturas o de los temas. Para algunas de las porciones horarias mencionadas, resulta automáticamente un determinado orden de elaboración didáctica en vista de la sucesión de los distintos ámbitos formativos y según el orden de las subdivisiones de un determinado ámbito formativo. Acorde con la experiencia de que las tareas lingüísticas, aritméticas, creadoras, siempre se resuelven mas satisfactoriamente cuando surgen de algo que se vio, aprehendió o se vivenció con anterioridad.
b) El ritmo semanal y diario. El decurso de una semana, un día y ciertas horas sigue en el adulto como en el niño, determinados ritmos, estos se caracterizan por un paulatino aumento de las energías físicas, psíquicas y mentales, hasta llegar a un punto de culminación, un lento descenso y un reposo. Ahora bien, como a raíz de los horarios oficiales el maestro esta obligado a adjudicar a los distintos ámbitos formativos una cierta cantidad de tiempo en el transcurso de la semana, tiene que elegir los temas considerando siempre el tiempo de que dispone. Se entiende que ha de conservarse una cierta elasticidad de modo,.
En resumidas cuentas, cabe señalar que en función de un conocimiento profundo del temario previsto, se procede a la elección de los temas, según los distintos ámbitos de formación, que en la semana o periodo siguiente deberán discutirse, conforme a sus puntos de mayor importancia.
La semana lectiva. El marco fijo para la estructuración de la enseñanza esta dado por el horario de la clase con sus divisiones y subdivisiones. Si fuere posible, el horario debería confeccionarse en vista de los requisitos de una estructuración adecuada a las fases del aprendizaje, de tal suerte que las clases se distribuyen más o menos uniformemente entre los días de la semana.
El día lectivo. En lo posible cada día debería ser un todo redondeado en si, regido por un determinado tema, por eso con arreglo l número de horas disponibles deben reunirse en un todo aquellas subdivisiones temáticas que constituyan una unidad significativa.
La forma de las anotaciones: el “diario escolar”. Conviene hacer apuntes acerca de la distribución de los temas entre los días y horas de la semana.
REFLEXIONANDO
SI EN CADA CLASE TUYA TRATAS DE RENOVARTE,
SI SABES UTILIZAR UN MÉTODO SIN CONVERTIRLO EN ESCLAVO,
SI TUS CASTIGOS SON FRUTO DE AMOR Y NO DE VENGANZA,
SI SABES ESTUDIAR LO QUE CREIAS SABER,
SI SABES ENSEÑAR Y AÚN MÁS: APRENDER,
SI SABES ENSEÑAR Y AÚN MÁS: EDUCAR,
SI TUS ALUMNOS ANHELAN PARECERSE A TI……
ENTONCES TÚ ERES MAESTRO.
GRABIELA MISTRAL (CHILE).

sábado, 21 de febrero de 2009

CONDICIONANTES CONTEXTUALES DE LA MOTIVACIÓN POR APRENDER



“La motivación será siempre la fuerza que nos mueve”

Ahora, imaginemos la curiosidad con la que cuentan nuestros alumnos y las condiciones en las que relacionan con el desarrollo de aprendizaje ¿Qué papel jugamos nosotros?. Es muy sencillo, nosotros como profesores o futuros profesores somos los facilitadores de conocimientos, sin embargo si estos no son llevados a cabo de la mejor manera, es decir con MOTIVACIÓN, ellos mismos mostrarán un desinterés y buscaran actividades en las cuales perturbaran nuestros salón y en general nuestras clases.
Para que en nuestros alumnos crezca el “QUERER” hacerlo, en otras palabras tengan la disposición, la intención y la motivación suficiente debemos de ACTUAR.

Para que nuestro alumno se sienta motivado por aprender unos contenidos de forma significativa es necesario tener mucho cuidado en la manera cómo se le presenta la situación de aprendizaje, en lo atractiva e interesante que pueda resultar, en la utilidad evidente que ésta tenga, etc. Todo ello para conseguir que el niño se involucre activamente en un proceso de construcción de significados que le demandará esfuerzo, energía y persistencia.

Para que nuestros alumnos afronten la actividad escolar con la motivación adecuada parece ser necesario intervenir, como mínimo en dos direcciones.

Tratando de cambiar la idea general sobre la posibilidad de mejorar o no las capacidades y destrezas.
Enseñarle modos de pensar a la hora de afrontar las tareas escolares.

Aunque las relaciones con los padres de familia, amigos y con los profesores determinarán, condicionará y repercutirá en desarrollar, mantener y modificar lo que el piensa de sí mismo, en su motivación y en su rendimiento escolar.

Por lo tanto, definir objetivos de aprendizaje, presentar la información, proponer tareas, responder a las demandas de los alumnos, evaluar el aprendizaje y ejercer el control y la autoridad nos ayudarán a mantener y en dados casos podrían ayudarnos en la motivación y al aprendizaje..

Desde el comienzo de la clase es necesario activar la motivación de nuestros alumnos por aprender aquello que va a tratar, captando su atención, despertando la curiosidad y su interés.
Tras introducir un tema y dar las explicaciones relevantes, los profesores plantean normalmente distintos tipos de actividades a sus alumnos. El planteamiento de una actividad cualquiera como resolver problemas, hacer experimentos, analizar textos, escribir cartas, etc. puede variar de acuerdo con ciertas características que tienen repercusiones importantes obre la motivación, mejor dicho nos referimos al grado de autonomía de que el alumno dispone para la realización de una tarea y al tipo de interacción entre los alumnos que ésta demanda.

Los mensajes que un profesor da a sus alumnos no ya al comienzo de una exposición sino antes de realizar una tarea pueden orientar su atención en distintas direcciones.
Por una parte, pueden sugerir que la tarea es relevante para distintos tipos de metas, al poner en relación la tarea con distintos objetivos. Pero además, pueden orientar la atención de los alumnos hacia el proceso en vez de hacia el resultado.

Cuando las tareas se realizan en clase y no en casa, los mensajes que los profesores dan durante la realización de las mismas a los alumnos que preguntan a los que observan en dificultades pueden tener también repercusiones motivacionales.
La naturaleza precisa de los mensajes que un profesor puede dar durante la tarea varía mucho dependiendo de la naturaleza de la misma.

En fin, la motivación a la hora de afrontar las actividades académicas depende de la interacción entre, por un lado, las metas personales que perciben que est+an en juego, el modo en que han aprendido a pensar a la hora de afrontar las distintas tareas y dificultades que conllevan y, por otro lado, distintos factores contextuales ligados a la actividad de los profesores.

domingo, 15 de febrero de 2009

EL ROL DEL MAESTRO


La tarea del maestro consiste en proporcionar un entorno y unas oportunidades de aprendizaje que constituyan un reto par el niño sin que este fuera de su alcance.

Como maestro, uno ha de revisar con frecuencia la forma en que emplea su tiempo para formar el aprendizaje de los niños.
Parece probable que la tecnología mejore el rol del maestro más que usurparlo, dejándolo libre para llevar a cabo tareas educativas más importantes y aportando mas tiempo para ocuparse de los niños individualmente.

La sociedad otorga al maestro la tarea de actuar como mediador respecto al curriculum de cada niño. Se debe establecer los deberes profesionales respecto al niño.
a) Planificar y preparar los cursos y las clases.
b) Educar, según sus necesidades, a los alumnos asignados, incluida la especificación y calificación del trabajo realizado por el alumno en la escuela y fuera de ella.
c) Evaluar, registrar e informar el desarrollo y avances de los alumnos.
d) Promover el progreso y bienestar general de los alumnos individuales y de cualquier clase o grupo de alumnos designados.

Un maestro ha de observar a los niños para< adaptar el programa de enseñanza y aprendizaje a las necesidades individuales y grupales y evaluar el aprendizaje y los progresos.
La organización del programa de aprendizaje ha de estar organizadas para satisfacer las necesidades identificadas a partir de la observación, relacionando el trabajo de cada día de forma amplia con un plan semanal, trimestral y anual en la vida escolar del niño, empleando los intereses y experiencias para aportar oportunidades de aprendizaje y comprobar que se ha cubierto el terreno necesario.

La previsión de experiencia de primera mano mediante visitas y exploración del entorno escolar del material traído a la clase. El maestro aportará a la clase materiales destinados a fomentar el aprendizaje. A veces esto implicará un esquema, un libro, un programa. La presentación de material por aparte del maestro requiere habilidades para hablar el tema considerado.

Si los niños han de aprender bien loas tareas que se les pide que realicen y las que escogen por si mismos, éstas han de adecuarse a sus necesidades de aprendizaje, siendo lo bastante difícil para construir un reto pero dentro de sus capacidades, se sugiere que los maestros deben emplear las observaciones del dialogo individual con los niños y su forma de responder las preguntas.

Aprender es más fácil cuando el material forma parte de una estructura general y quien lo aprende puede ver dónde encaja el nuevo fragmento de aprendizaje. Los niños en las escuela primarias desarrollan estructuras mentales que forman la base de los futuros aprendizajes. La forma de organizar su pensamiento en esta etapa puede guiar su capacidad de aprender en el futuro.

La idea de que los maestros han de conducir a los niños a crear estructuras mentales ha sido acentuada por muchos estudios durante años.
La capacidad de aprender independientemente y en grupos no se adquiere automáticamente. Una buena parte del trabajo ha de dirigirse a la formación de esas capacidades en la escuela primaria. La actitud del maestro respecto a la independencia del niño también es importante.

Una parte importante del rol del maestro consiste en estimular e interesar a los niños en lo que ha de aprender. Esto es importante tanto si la organización implica mucho trabajo individual y de grupo pequeño como si se hace casi todo en la clase en conjunto.

El maestro es uno de los actores principales en el proceso de aprendizaje y sin ellos es imposible concebir a la escuela, son los que forman parte de los factores mas importantes que integran la escuela y el conocimiento.

Es indispensables organizar al grupo para que todos sean responsables de su funcionamiento y en esa medida, todos tengan responsabilidades y derechos comunes, como maestro puede ir acostumbrando a los niños a una margen más amplio de libertad y confianza que despues se proyectará hacia la creatividad, la expresión oral, escrita y la propuesta de trabajos colectivos por parte de los alumnos.

Así también debemos de conocer perfectamente las características del grupo y la manera que se puede trabajar para que sea más fácil y entendible.

Todas las actividades que implemente el profesor llevadas con una técnica adecuada, las tareas y ejercicios serán de suma importancia para que los niños terminen de comprender el tema.

Con todo esto comprendemos tareas que como profesores debemos de realizar, tener las en cuenta para nuestra futura vida como docentes.